INDICE
I. Aprendizaje cognitivo
II. Condicionamiento Encubierto
III. Desensibilización sistemática
IV. Detección del pensamiento
V. Entrenamiento en auto instrucciones
VI. Entrenamiento en solución de problemas
VII. Exposición y prevención de la respuesta
VIII. Inoculación al estrés
IX. La activación conductual
X. Mindfulness
XI. Restructuración cognitiva
XII. Técnicas de relajación
XIII. Terapia Cognitiva de Aaron Beck
XIV. Terapia de aceptación y compromiso
XV. Terapia racional emotiva conductual de Albert Ellis
Técnicas Psicológicas
Que son
Las técnicas de intervención psicológica comprenden un conjunto heterogéneo de métodos y sistemas estructurados. Su finalidad es conseguir los objetivos marcados en el tratamiento y como fin último la superación del problema motivo de intervención psicológica.
Se trata de un proceso a lo largo del cual el psicólogo, allá donde se presentan problemas relativos al comportamiento humano, evalúa, entrena o trata y cuantifica los efectos inmediatos del entrenamiento o del tratamiento. Pero no se queda ahí. La intervención continúa de la mano de la evaluación y del seguimiento de los efectos conseguidos, valorando su persistencia temporal, su validez social y su generalización a través de situaciones distintas a las del tratamiento o entrenamiento.
I. APRENDIZAJE COGNITIVO
Beck denomina técnicas cognitivas al conjunto de técnicas que se utilizan para facilitar el cuestionamiento socrático y permite identificar y cambiar pensamientos negativos.
Los dos procedimientos fundamentales mediante los cuales se lleva a cabo la detección y el cuestionamiento de pensamientos, distorsiones y creencias son los autorregistros y el descubrimiento guiado.
- Autorregistros Los autorregistros se utilizan desde las fases iniciales para recoger información sobre el estado emocional del paciente a lo largo del día y conocer ante qué situaciones, personas o conductas se incrementa o disminuye el malestar, así como para analizar el grado de dominio y agrado de las actividades que llevan a cabo. El estado emocional suele valorarse en una escala de 0 (sentirse muy mal) a 100 (sentirse muy bien). Tienen una doble utilidad: permiten obtener información detallada de lo que le ocurre al paciente a lo largo de la semana, y sirven de línea base para comparar los cambios posteriores
- Descubrimiento guiado Hace referencia al proceso de ayudar al paciente a alcanzar nuevas perspectivas que desafíen sus creencias disfuncionales mediante el cuestionamiento socrático.
Para alcanzar guiando al paciente mediante preguntas abiertas hasta donde considera necesario llegar, pero permitiendo que sea el paciente el que llegue al hacer libremente sus asociaciones y argumentaciones. Hay una serie de preguntas generales que se utilizan para cuestionar cogniciones disfuncionales:
La primera es especialmente pertinente cuando se está cuestionando y debatiendo el carácter disfuncional de los pensamientos y distorsiones cognitivas.
La segunda pregunta tiende a formularse cuando ya se ha aprendido a identificar las distorsiones cognitivas y los sesgos atribucionales en los que se basan los pensamientos automáticos ante situaciones concretas y lo que se pretende es que el paciente aprenda a realizar interpretaciones alternativas.
La tercera pregunta suele formularse cuando lo que se pretende es detectar posibles creencias o esquemas disfuncionales que sirven de soporte a los pensamientos y sesgos cognitivos negativos. Por ello no se buscan las posibles distorsiones cognitivas que están detrás de los pensamientos, simplemente se dan por válidos los argumentos planteados.
II. CONDICIONAMIENTO ENCUBIERTO
El condicionamiento encubierto es un modelo teórico que aglutina un conjunto de procedimientos terapéuticos que utilizan la imaginación para manipular las consecuencias de una conducta y, de esta forma, alterar su frecuencia. El condicionamiento encubierto implica, por tanto, la manipulación de conductas operantes encubiertas.
Los métodos encubiertos propuestos por Cautela (1969) se caracterizan todos por utilizar la imaginación del sujeto para la representación de estímulos, respuestas y consecuencias. Salvando esta característica, las técnicas encubiertas son esencialmente iguales a los métodos no encubiertos.
En la aplicación de cualquier técnica de condicionamiento encubierto se seguirá el siguiente proceso (Raich, 2008):
- Justificación razonada del uso de la técnica.
- Evaluación de la capacidad imaginativa y entrenamiento en imaginación, si resulta pertinente.
- Establecimiento de pautas de comunicación entre cliente y terapeuta durante la sesión. El procedimiento de las técnicas puede exigir cambios de imágenes muy rápidos y requiere que previamente exista un acuerdo de las señales de cambio, bien gestos, o bien palabras.
- Alternancia de imágenes de conductas a cambiar y consecuencias o estímulos relacionados. El objetivo de estos procedimientos es condicionar unas imágenes a otras, para ello se alternarán según el orden preestablecido.
- Entrenamiento del cliente para realizar la secuencia sin ayuda.
- Programación de tareas entre sesiones.
III. DESENSIBILIZACIÓN SISTEMATICA
La Desensibilización Sistemática está especialmente dirigida al tratamiento de los miedos fóbicos, en aquellos casos en los que existe un estímulo condicionado concretas, por ejemplo, el tratamiento del miedo a procedimientos dolorosos en niños (Ward, Brinkman, Slifer y Paranjape, 2010). La elección de la Desensibilización Sistemática como técnica de tratamiento deberá tener en cuenta las siguientes consideraciones: problemas de ansiedad generalizada, fobia social, agorafobia o trastorno obsesivo compulsivo. En estos casos, la excesiva cantidad de miedos o preocupaciones, la falta de predictibilidad de la situación, la ausencia de recursos o habilidades personales, o la variabilidad del estímulo temido, hacen que este procedimiento no sea una opción adecuada. Los resultados de la Desensibilización Sistemática serán más exitosos cuando la causa del problema de ansiedad. Por ejemplo, no tendría mucho sentido poner en marcha una Desensibilización Sistemática para abordar la ansiedad ante los exámenes.
La aplicación de la Desensibilización Sistemática requiere de unos pasos iniciales preparatorios antes de comenzar con las sesiones de desensibilización propiamente dichas. Estos pasos son:
- Elección de la respuesta incompatible con la ansiedad y posible entrenamiento.
- Elaboración de una jerarquía de ansiedad
- Valoración de la capacidad imaginativa y entrenamiento en imaginación si se requiere. Estas tres actividades pueden llevarse a cabo en paralelo durante las primeras sesiones en la consulta y deben estar dirigidas por el terapeuta. Es obvio que si el sujeto tiene un buen entrenamiento previo en relajación y su capacidad imaginativa es excelente el trabajo previo a las sesiones de desensibilización será únicamente la elaboración de la jerarquía de ansiedad.
IV. DETECCIÓN DEL PENSAMIENTO
La técnica de la detención del pensamiento fue presentada por primera vez por Bain en 1928 en su libro El control del pensamiento en la vida cotidiana. A finales de los años cincuenta Joseph Wolpe y otros terapeutas de conducta adaptaron el modelo original de Bain para poder utilizar este método con las fobias y obsesiones, ya que tanto los pensamientos fóbicos como los obsesivos son de carácter repetitivo e irracional, siendo ambos fuente de ansiedad.
El objetivo de esta técnica cognitiva es reducir el estrés y la ansiedad a los que está sometido el paciente. Así, esta estrategia está actualmente indicada no sólo para el tratamiento de los trastornos de naturaleza claramente ansiógena tales como fobias, cuadros obsesivo-compulsivos o conducta hipocondríaca, sino que su uso se ha extendido a otros campos tales como la esquizofrenia (Sellwood, Haddock, Tarrier y Yusupoff, 1994), síntomas psicóticos (Slade, 1990) o problemas sexuales (Williams, 1988).
En definitiva, se aconseja su utilización ante todo aquel síndrome que implique la elaboración de pensamientos desagradables, inadecuados y persistentes (Davis, McKay y Eshelman, 1985). Debido a la amplia utilización de este tipo de estrategia terapéutica y al gran número de autores que la emplean, esta técnica ha adoptado multitud de variaciones de aplicación; no obstante, podemos distinguir una serie de elementos característicos a todas ellas.
El procedimiento básico de esta técnica consiste en un primer paso que supone la identificación de los pensamientos negativos o estresantes. Para ello, muchos autores recomiendan la aplicación de un cuestionario sobre pensamientos estresantes, de gran utilidad cuando el paciente tiene problemas para reconocer sus ideas irracionales. En los casos en los que el paciente no encuentra dificultad para identificar sus pensamientos desadaptativos, bastará una exhaustiva entrevista en la cual pueda describir y analizar tales pensamientos.
El segundo paso común a todas las modalidades de la técnica es el entrenamiento en detención del pensamiento propiamente dicho. Para ello se señalan diversos métodos, tales como gritar la palabra STOP, imaginar esta misma palabra en nuestra mente o ponerse un despertador para recordarnos que debemos interrumpir el pensamiento. Por último, el tercer paso es la sustitución de los pensamientos distorsionantes por otros más adecuados y positivos.
V. ENTRENAMIENTO EN AUTOINSTRUCCIONES
Antes de comenzar el Entrenamiento en Auto instrucciones es necesario evaluar el tipo de diálogo que el individuo mantiene consigo mismo durante el abordaje de las tareas y responsabilidades cotidianas, mediante técnicas de autorregistro, se le indica que observe y registre el diálogo interno que mantiene mientras realiza una determinada tarea o se enfrenta a una situación específica. El objetivo es conocer qué tipo de auto instrucciones conforman el repertorio natural del individuo, y de ellas, cuáles son adecuadas y deben mantenerse, y cuáles resultan desajustadas, interferentes o irrelevantes y deben eliminarse o ser utilizadas únicamente en las fases o situaciones pertinentes. Es necesario, por tanto, enseñar al individuo a analizar las secuencias de acción que llevan a obtener una meta determinada, y qué tipo de auto verbalizaciones y auto instrucciones pueden ser las más adecuadas en cada una de esas secuencias.
Un aspecto fundamental a la hora de llevar a cabo un EA es favorecer que sea el mismo individuo el que genere el mayor número de auto verbalizaciones y auto instrucciones que le permitan guiar con éxito su propia conducta, teniendo presentes aquellas consignas que en otras ocasiones, o circunstancias parecidas, se ha dicho a sí mismo y le han sido de utilidad. Posteriormente, con la ayuda del terapeuta se seleccionarán las que se consideren más adecuadas, en función del problema, el momento y las circunstancias en las que se van a utilizar. En la formulación de las auto instrucciones o auto verbalizaciones específicas, ha de tenerse especialmente en cuenta el vocabulario o el tipo de expresiones que la persona utiliza habitualmente para que se sienta cómoda con ellas y las pueda integrar y hacer suyas con mayor facilidad.
En general, pero fundamentalmente en el caso de los niños, el EA suele comenzarse por el aprendizaje de instrucciones concretas relacionadas con una tarea específica que se va a realizar para, posteriormente, pasar a un entrenamiento en auto instrucciones más generales o abstractas que, en realidad, son reglas que pueden aplicarse a diferentes tareas, situaciones o acciones, y que se corresponden con los pasos del entrenamiento en solución de problemas. No debe olvidarse que precisamente, una de las indicaciones fundamentales cuando se está llevando a cabo el EA es resaltar la necesidad de practicar las auto instrucciones y auto verbalizaciones que se están trabajando en el mayor número posible de situaciones para que el individuo pueda hacerlas suyas, automatizarlas y utilizarlas en tareas diferentes a las que se realizó el entrenamiento.
VI. ENTRENAMIENTO EN SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
La resolución de problemas es un proceso cognitivo-afectivo-conductual mediante el cual una persona intenta identificar o descubrir una solución o respuesta de afrontamiento eficaz para un problema particular.
A continuación, se citan diversas áreas en las que se ha aplicado el entrenamiento en resolución de problemas (Becoña, 1996, 2008; D’Zurilla, 1986/1996; D’Zurilla y Nezu, 2007):
– Pérdidas anticipadas o reales: separación, divorcio, muerte de un ser querido, despido laboral.
– Indecisión ante elecciones importantes: cambio de trabajo, cambio de rol, irse de casa, seguir estudiando o no, carrera a elegir, etc.
– Intento de suicidio.
– Desinstitucionalización de pacientes psicóticos.
– Problemas de interacción social.
– Depresión.
– Agresión, ira.
– Estrés.
– Problemas de pareja.
– Manejo de problemas infantiles.
– Malos tratos.
– Trastorno de ansiedad generalizada.
– Cefaleas.
– Drogodependencias.
– Obesidad.
– Bajo rendimiento académico.
Pueden distinguirse dos tipos de personas para las que puede ser útil la técnica de resolución de problemas:
- a) Aquellas que normalmente se manejan bien, pero no lo están haciendo así en el momento presente debido a la situación por la que están pasando.
- b) Aquellas que tienen pocos recursos para desenvolverse. Con estas últimas, el procedimiento requiere más tiempo.
VII. EXPOSICIÓN Y PREVENCIÓN DE LA RESPUESTA
Recibe el nombre de técnica de exposición con prevención de respuesta a un tipo de procedimiento terapéutico empleado desde el ámbito de la psicología para el tratamiento de condiciones y trastornos basados en respuestas desadaptativas sobre las que se pierde el control y que generan malestar o la pérdida de funcionalidad.
Es un procedimiento basado en la corriente cognitivo-conductual, de gran utilidad clínica y que ha manifestado ser beneficiosa para el tratamiento de diversas patologías, por lo general vinculadas a la ansiedad. Tiene como objetivo la modificación de los patrones de conducta derivados de la existencia de cogniciones, emociones o impulsos aversivos a la par que hacer frente a cogniciones y expectativas negativas por parte del sujeto afectado.
Su funcionamiento básico se basa en la idea de exponer o hacer afrontar al individuo, de manera deliberada, la situación o situaciones generadoras de malestar o ansiedad a la par que se previene o impide la conducta problema que dichas situaciones suelen desencadenar.
En este sentido lo que se busca es que el sujeto experimente la ansiedad o sensación de malestar que corresponda y sea capaz de experimentarla sin realizar la conducta hasta que la ansiedad disminuya de manera natural hasta un punto que resulte gestionable (es importante tener en cuenta que el objetivo no es necesariamente que desaparezca la ansiedad, sino ser capaz de hacerle frente de manera adaptativa), momento en que el impulso o necesidad de llevar a cabo la conducta se reduce.
VIII. INOCULACIÓN DEL ESTRÉS
¿Qué es la inoculación al estrés?
La inoculación del estrés es un procedimiento cognitivo-conductual desarrollado por el psicólogo canadiense Donald Meichenbaum para reducir el estrés. Implica la adquisición de destrezas de afrontamiento y ensayo de las mismas, tienen el objetivo de facilitar al sujeto la adquisición de determinadas habilidades que le permitan tanto disminuir o anular la tensión y activación fisiológica como eliminar las cogniciones anteriores (de carácter pesimista y negativo, frecuentemente) por aserciones más optimistas que faciliten un afrontamiento adaptativo de la situación estresante que el sujeto debe efectuar.
Una de las teorías en las cuales se apoya esta técnica es el Modelo de Afrontamiento de Estrés de Lazarus y Folkman
El desarrollo de la Inoculación de Estrés se divide en tres fases: una educativa, una de entrenamiento y una de aplicación. Esta intervención actúa tanto en el área cognitiva, como en el del autocontrol y la adaptación conductual al medio.
- 1. Fase educativa En la fase educativa se proporciona información al paciente sobre la forma en que se generan emociones ansiógenas, enfatizando el papel de las cogniciones.
Posteriormente se pasa a efectuar una definición operativa del problema concreto de la persona, mediante diferentes instrumentos de recogida de datos como pueda ser una entrevista, un cuestionario o la observación directa.
Finalmente, se ponen en marcha una serie de estrategias que favorezcan y faciliten la adhesión del sujeto al tratamiento. Por ejemplo, estableciendo una adecuada alianza terapéutica basada en la transmisión de confianza.
- Fase de entrenamiento
En la fase de entrenamiento se muestran a la persona una serie de procedimientos con el fin de integrar habilidades relativas a cuatro grandes bloques: el cognitivo, el control de la activación emocional, el conductual y el de afrontamiento paliativo. Para trabajar cada uno de estos bloques se ponen en práctica las siguientes técnicas:
- Habilidades cognitivas: en este bloque se trabajan estrategias de reestructuración cognitiva, técnicas de solución de problemas y práctica de ejercicios de autoinstrucciones acompañadas de refuerzo positivo posterior.
- Control de activación: este versa sobre el entrenamiento en técnicas de relajación centrada en la sensación de tensión-distensión muscular.
- Habilidades conductuales: aquí se abordan técnicas como la exposición conductual, el modelado y el ensayo de conducta.
- Habilidades de afrontamiento: finalmente, este bloque se compone de recursos para potenciar el control atencional, el cambio de expectativa, la expresión adecuada del afecto y las emociones, así como la correcta gestión del apoyo social percibido.
- Fase de aplicación
En la fase de aplicación se intenta que la persona se exponga a situaciones ansiógenas (reales y/o imaginadas) de forma gradual, poniendo en marcha todo aquello aprendido en la fase de entrenamiento. Además, se comprueba y se valora la eficacia de la aplicación de las técnicas y se resuelven dudas o dificultades durante su ejecución. Los procedimientos que se utilizan son los siguientes:
- Ensayo imaginado: el individuo realiza un visualización lo más vívida posible del afrontamiento a la situación ansiógena.
- Ensayo conductual: el individuo escenifica la situación en un ambiente seguro.
- Exposición en vivo graduada: el individuo se encuentra en la situación real de forma natural.
Finalmente, para acabar de complementar la intervención en Inoculación de Estrés se programan algunas sesiones más con el fin de conseguir un mantenimiento de los logros obtenidos y prevenir posibles recaídas. En este último componente se trabajan aspectos como la diferenciación conceptual entre caída -puntual- y recaída -más mantenida en el tiempo- o la programación de sesiones de seguimiento donde continuándose con una forma de contacto indirecto con el terapeuta.
IX. LA ACTIVACIÓN CONDUCTUAL
La Activación Conductual (AC, en adelante) puede ceñirse como un tratamiento estructurado, parsimonioso en su aplicación, teóricamente fundamentado y ya bien establecido como terapia con fuerte apoyo empírico para el tratamiento de la depresión. A día de hoy representa para los terapeutas la alternativa más contrastada y ventajosa frente a la intervención cognitiva propuesta desde el modelo de Beck (Barraca, 2016).
Las técnicas que se emplean en la AC son conocidas en la tradición de la modificación de conducta. Precisamente, una de las bondades de esta terapia radica en que se ha decantado por unos pocos métodos de contrastada eficacia y de sencilla aplicación. Estos métodos son: (1) la programación y estructuración de actividades; (2) la solución de problemas; (3) el reforzamiento positivo directo; (4) el desvanecimiento; (5) el entrenamiento en habilidades sociales; y (6) los métodos para facilitar un contacto directo con la experiencia (Barraca, 2016).
ofrece un buen número de ventajas:
- No requiere la discusión ni la modificación de los pensamientos del paciente depresivo, procedimiento que suele ser difícil de aprender y aplicar.
- Es un tratamiento más sencillo de llevar a cabo para el terapeuta.
- Es un tratamiento más sencillo para enseñar a los terapeutas.
Maero (2012) menicona que en la actualidad hay dos formatos o modelos de activación conductual para la terapia: el modelo BA (Behavioral Activation), propulsado por Addis y Martell (que fueron colaboradores de Jacobson), y el modelo BATD (Brief Activation Treatment for Depression – Tratamiento Breve de Activación Conductual para la Depresión;. Las diferencias entre ambos son relativamente pequeñas: se basan en distintos principios de aprendizaje; BATD es más estructurado que BA; BA incorpora elementos de análisis funcional y herramientas para lidiar con la rumiación, mientras que BATD se enfoca exclusivamente en la activación conductual. Pero de todos modos, ambos modelos comparten más semejanzas que diferencias.
BATD es de particular interés en nuestro contexto latinoamericano, en el cual los recursos económicos no suelen permitir tratamientos prolongados y complejos, y el acceso a la formación de los terapeutas suele ser limitado, ya que se trata de un protocolo breve, accesible a los terapeutas en su base teórica, y con buenas referencias empíricas respecto a su eficacia
El modelo BATD consta de pocos elementos de tratamiento: el registro de las actividades cotidianas, la evaluación de las áreas vitales y valores personales del paciente, la jerarquización y planificación de actividades seleccionadas y la utilización de los recursos sociales accesibles al paciente.
X. MINDFULNESS
Hace referencia a la conciencia, atención y recuerdo por parte del individuo, es la tendencia a ser conscientes de las propias experiencias internas en un contexto de aceptación de esas experiencias sin juzgarlas.
Atención plena, o conciencia plena, son los términos en castellano para hacer referencia al término inglés mindfulness, a su vez mindfulness es la traducción de una antigua palabra india, Sati, que significa conciencia, atención y recuerdo.
El termino mindfulness normalmente se refiere tanto al aspecto procedimental, es decir, a la práctica de una antigua practica budista de meditación, como también a la genuina experiencia derivada de ella, la conciencia plena.
En la doctrina budista, la mente es el punto inicial, y lo que se pretende es liberarla y purificarla. Para ello una de las principales tecnicas es la meditación Vipassana
La meditación mindfulness o de insight es una de ellas y se practica en una gran cantidad de formas. Durante los últimos 30 años, la práctica de Mindfulness o Atención Plena está integrándose a la Medicina y Psicología de Occidente.
¿Para qué sirve practicar MINDFULNESS o ATENCIÓN PLENA?
• Manera efectiva de reducir el estrés.
- Aumentar la autoconsciencia.
- Reducir los síntomas físicos y psicológicos asociados con el estrés.
- Mejora el bienestar general.
- Nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno, atendiendo en forma integral los aspectos de la persona: cuerpo, mente y espíritu.
- Desarrollamos una mayor capacidad de discernimiento y de compasión.
- La práctica de esta atención abre la puerta hacia nuevas posibilidades, nos trae al aquí y al ahora, nos invita a vivir una vida de manera plena y en el presente.
- Tratamiento de problemas físicos, y psicológicos, dolor crónico, y otros síntomas asociados al estrés.
Un ejemplo de mindfulness sería: en vez de devorar los alimentos que tanto nos agradan, la recomendación es tomar de la tableta de chocolate una porción pequeña, el resto guardarlo, y para consumirla utilizar los 5 sentidos. Es decir: prestar atención al presente, deseamos comer ese trozo de chocolate. Entonces lo tomamos, lo miramos, lo olemos y lo saboreamos y masticamos hasta que se disuelva en la boca. Si hacemos la prueba vamos a redescubrir al chocolate, no necesitaremos consumir toda la tableta para sentir placer o descargar emociones, existen otras vías para tramitar la angustia y la bronca que son más saludables, por ejemplo, buscando algún espacio terapéutico y utilizando la palabra.
¿Cuándo aplicar?
Cuando existe estrés, trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, somatización, abuso de sustancias, trastornos de conducta alimentaria, trastornos de personalidad, dolor, e incluso, cáncer, enfermedad cerebrovascular y otras afectaciones biológicas con el fin de mejorar las condiciones y calidad de vida.
¿Qué tener en cuenta?
Existen 5 componentes que deben tenerse en cuenta para la aplicación, estos son:
- Atención al momento presente: Centrarse en el momento presente en lugar de estar pendiente del pasado (rumiaciones) o del futuro (expectativas, deseos y temores).
- Apertura a la experiencia: Capacidad de observar la experiencia sin interponer el filtro de las propias creencias. En otras palabras, observar la experiencia como si fuera la primera vez.
- Aceptación: Experimentar los eventos plenamente y sin defensas, tal y como son.
- Dejar pasar: Consiste en desprenderse, desapegarse de algo a lo que nos aferramos.
- Intención: Es lo que cada persona persigue cuando practica mindfulness. Esto podría sonar contradictorio con una de las actitudes del mindfulness que es el no esforzarse por conseguir ningún propósito. Cuando se está meditando no se debe tratar de conseguir ningún propósito inmediato, simplemente hay que participar con conciencia plena de lo que se está haciendo.
Estrategias de intervención
Existen terapias basadas en mindfulness y otras que incluyen algunos componentes del mindfulness o el mismo en su totalidad, estas son:
- Psicoterapia gestáltica: Terapia de orientación humanista que usa dinámicas grupales, psicodrama y técnicas como la silla vacía.
- Terapia Conductual Dialéctica (TCD): Es un programa desarrollado para tratar personas con desregulación emocional y conductas disfuncionales severas como intentos suicidas y conductas auto lesivas, siendo las personas con Trastorno Límite de Personalidad las principales beneficiadas de este tratamiento.
- Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT): Pone énfasis sobre los efectos, las consecuencias o los cambios que produce la poca disposición del individuo de ponerse en contacto con experiencias particulares en los distintos problemas que presenta.
- Terapia Breve Relacional (BRT): Se define por una forma particular de abordar las sesiones individuales de psicoterapia y por el uso de estrategias de resolución de las rupturas de la alianza terapéutica.
- Reducción del Estrés Basado en Mindfulness: Para poder afrontar el sufrimiento y el estrés se propone adoptar unas actitudes concretas durante la práctica de los ejercicios integrados en el programa, todas ellas devienen del zen y son las siguientes: no juzgar, tener paciencia, mente de principiante, tener confianza en la propia bondad y sabiduría básica, no esforzarse por conseguir ningún propósito, aceptar y dejar pasar.
- Terapia cognitiva basada en Mindfulness: Fue desarrollado para prevenir recaídas en la depresión crónica. Se parte de que las recaídas se deben a la reactivación de patrones de pensamiento negativos cuando surgen estados de ánimo disfóricos. Utiliza además, técnicas cognitivo-conductuales, a diferencia de las terapias cognitivas clásicas que se centran en cambiar el contenido del pensamiento de los pacientes.
XI. REESTRUCTURACIÓN COGNITIVA
De acuerdo con Bados y Garcia (2010) La reestructuración cognitiva (RC) es una de las técnicas cognitivo-conductuales más sugerentes dentro del repertorio de procedimientos de que dispone el terapeuta cognitivo-conductual. Sin embargo, su aplicación no es nada fácil por varios motivos:
- Para empezar, se requiere un buen conocimiento del trastorno o trastornos a tratar.
- Asimismo, se necesita velocidad y creatividad de pensamiento para mantener una interacción fluida y competente con el paciente.
- Por último, la técnica no está tan pautada como otras técnicas de modificación de conducta y, por sus propias características, no puede estarlo en la misma medida.
La RC consiste en que el cliente, con la ayuda inicial del terapeuta, identifique y cuestione sus pensamientos desa daptativos, de modo que queden sustituidos por otros más apropiados y se reduzca o elimine así la perturbación emocional y/o conductual causada por los primeros.
En la RC los pensamientos son considerados como hipótesis y terapeuta y paciente trabajan juntos para recoger datos que determinen si dichas hipótesis son correctas o útiles. En vez de decir a los pacientes cuáles son los pensamientos alternativos válidos, el terapeuta formula una serie de preguntas y diseña experimentos conductuales para que los pacientes evalúen y sometan a prueba sus pensamientos negativos y lleguen a una conclusión sobre la validez o utilidad de los mismos.
Pasos en la aplicación de la RC:
- a) justificación de la técnica. Antes de someter a prueba los pensamientos del cliente, es necesario que este: a) vea la relación existente entre cogniciones, emociones y conductas, y, especialmente, el impacto que las primeras juegan sobre las otras dos; y b) reconozca que los pensamientos son hipótesis, no hechos, y que, por tanto, necesitan ser comprobados. No se trata de que el terapeuta proporcione una explicación formal, sino de que el cliente descubra por sí mismo, con la ayuda del terapeuta, el papel que juegan las cogniciones y la naturaleza hipotética de estas. Para ello, el terapeuta puede utilizar en primer lugar uno o más ejemplos de situaciones no relacionadas con los problemas del cliente y después algún ejemplo extraído de los problemas del paciente. Estos ejemplos son incompletos, es decir, el terapeuta no los explica enteros, sino que plantea una serie de preguntas al paciente.
- b) cuestionamiento verbal de las cogniciones. El cliente trabaja junto con el terapeuta para recoger datos retrospectivos y prospectivos que indiquen si sus cogniciones son válidas o útiles. La validez u objetividad de los pensamientos se refiere a en qué medida son correctos y realistas. La utilidad de los pensamientos se refiere a si sirven de ayuda para alcanzar los objetivos que uno se ha propuesto en un momento dado o bien generan consecuencias negativas. Las cogniciones válidas no tienen por qué ser útiles, mientras que cogniciones erróneas pueden serlo, al menos bajo ciertas circunstancias. Por ejemplo, pensar que se es más querido de lo que en realidad se es o creer que nuestras teorías sobre el comportamiento humano son las más adecuadas, cuando de hecho no lo son.
- c) cuestionamiento conductual de las cogniciones, Pueden distinguirse de entrada dos estrategias principales:
- Información directa contraria a los pensamientos inadecuados del cliente. El terapeuta proporciona, verbalmente y/o por escrito, a) información de aspectos sobre los que el cliente no tiene ningún conocimiento o b) información dirigida a corregir ideas erróneas. Así, puede presentar pruebas y contraargumentos, rebatir errores lógicos y datos engañosos, y señalar las consecuencias negativas de ciertos comportamientos. Esta información es comunicada directamente por el terapeuta, pero el paciente debe tener la libertad en cualquier momento de discutir y emitir sus propias opiniones; cuando este es el caso, suele hablarse de debate didáctico.
- Diálogo socrático. El terapeuta cuestiona los pensamientos del cliente mediante preguntas para que así este tenga que reconsiderarlos. Además, el terapeuta entrena al cliente a formularse dichas preguntas y lo guía en la evaluación crítica de sus pensamientos. Así pues, el terapeuta fórmula más preguntas que respuestas para que sea el paciente quien lleve la carga de la prueba sobre sus creencias; de este modo, nunca se pone en la boca del paciente lo que puede salir de él mismo.
y d) cuestionamiento de los supuestos y creencias. Se trata de examinar a través de preguntas en qué medida es cierto un pensamiento negativo que contribuye significativamente a la emoción o conducta des adaptativa del cliente en determinadas situaciones. En concreto, una buena pauta a seguir es la siguiente:
- evaluar el grado de creencia en el pensamiento negativo;
- obtener las pruebas o datos favorables a este pensamiento y discutir si realmente son favorables (muchas veces pueden no serlo);
- buscar las pruebas contrarias al pensamiento;
- identificar anticipaciones o interpretaciones alternativas;
- buscar la anticipación o interpretación más probable según las pruebas existentes a favor y en contra de las distintas alternativas (si se desea, puede establecerse también, en términos cuantitativos o cualitativos, la probabilidad de que las cosas sean como el cliente pensaba);
- evaluar el grado de creencia en la anticipación o interpretación alternativa seleccionada; y
- evaluar de nuevo el grado de creencia en el pensamiento negativo
XII. TECNICAS DE RELAJACIÓN
La relajación es una técnica clásica en psicología que sigue siendo utilizada. Su objetivo fundamental es la producción, bajo control del propio sujeto, de estados de baja activación del sistema nervioso autónomo.
Algunos métodos de relajación son: el método de representaciones numéricas, que tiene por objetivo conseguir un correcto autocontrol psicoemocional en situaciones estresantes concretas; el método del doctor Herbert Benson y el método de relajación muscular, que comprende unos ejercicios muy sencillos y precisa en total unos veinte minutos de desarrollo.
En cuanto a ejercicios de relajación, podemos hablar del entrenamiento autógeno, de la relajación progresiva (orientada a lograr la tranquilidad mental al suprimir progresivamente todas las tensiones musculares), así como de técnicas de visualización y técnicas energéticas, entre otras.
Se recomienda el uso de técnicas de relajación cuando se sufran los siguientes síntomas. No obstante, siempre se debe consultar previamente con un profesional.
- Insomnio
- Mareos
- Estrés
- Dificultades para concentrarse
- Mala memoria
- Creatividad bloqueada
- Poco equilibrio
- Fumar y comer demasiado
- Dolores de cabeza
- Depresiones
- Sobreexcitación
- Miedo al público (o algún tipo de fobia)
- Nervios
Etc.
También se ha recomendado en distintos trastornos como agorafobia o ataques de pánico. La ansiedad persistente y los ataques de pánico han sido vistos como fenómenos asociados a la hiperventilación y se ha planteado su tratamiento por medio del control respiratorio.
Las técnicas de relajación sirven de gran ayuda para:
- Reducir la ansiedad
- Disminuir el insominio
- Disminuir el estrés
- Controlar y reducir la ira
- Aumentar nuestro control personal
- Gestionar mejor determinadas situaciones difíciles
- Trastornos fóbicos
- Mejor afrontamiento de situaciones
Etc.
XIII. TERAPIA COGNITIVA DE AARON BECK
La Terapia Cognitiva fue formulada y desarrollada por Aarón Beck a principios de los años sesenta. La Terapia Cognitiva enfatizaba el papel de los elementos cognitivos en el origen y mantenimiento de los problemas psicológicos y, además, invocaba la integración de las técnicas conductuales establecidas en la generación y el uso de la metodología experimental como forma de monitorizar el proceso de intervención y sus resultados terapéuticos.
El enfoque cognitivo conductual cuenta con mayor poder explicativo que el modelo E-R, al integrar variables cognitivas, conductuales, emocionales y aspectos sociales. El modelo cognitivo sostiene que los individuos ante una situación estimular no responden automáticamente, sino que antes de emitir una respuesta emocional o conductual perciben, clasifican, interpretan, evalúan y asignan significado al estímulo, en función de sus supuestos previos o esquemas cognitivos.
Los esquemas cognitivos son entidades organizativas conceptuales complejas compuestas de unidades más simples que contienen nuestro conocimiento de cómo se organizan y estructuran los estímulos ambientales
En general, en Terapia Cognitiva (TC) se utilizan con frecuencia indistintamente los términos “esquema cognitivo” y “creencias nucleares”. Sin embargo, hay que tener en cuenta que las creencias nucleares constituyen el sustrato más profundo de los esquemas, pero los esquemas incluyen además otras creencias con distintos niveles de profundidad y especificidad. Las creencias nucleares son concepciones de uno mismo y de los mundos globales, categóricos, incondicionales y estables en el tiempo.
Los procesos cognitivos son las reglas transformacionales a través de las cuales los individuos seleccionan del medio la información que será atendida, codificada, almacenada y recuperada. Estas operaciones son procesos automáticos que operan en la mayoría de los casos son el conocimiento consiente del individuo.
Los productos cognitivos hacen referencia a los pensamientos e imágenes que resultan de la interacción de la información proporcionada por el medio, los esquemas y creencias (en sus distintos niveles de accesibilidad) y de los procesos cognitivos. Los contenidos de los productos cognitivos suelen ser más fácilmente accesibles a la conciencia que los esquemas y los procesos cognitivos. Es a esos productos cognitivos a los que Beck (1970) denomina “pensamientos automáticos”.
XIV. TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO
García (2016) menciona que la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que tiene como objetivo el crear una vida rica y significativa para el paciente, aceptando el dolor que inevitablemente viene con ella.
El objetivo de la terapia de aceptación y compromiso es eliminar la rigidez psicológica para lo que emplea algunos procedimientos básicos como la aceptación, estar en el presente, el desarrollo y el compromiso con los valores propios, el descubrimiento del yo como contexto y la desactivación del pensamiento (cognitive defusion).
La ACT se presenta como una alternativa a la psicología tradicional y es un modelo de psicoterapia que está respaldado científicamente y que utiliza distintas técnicas: paradojas, ejercicios experimentales, metáforas, trabajo con valores personales e incluso el entrenamiento mindfulness. Tiene sus bases en la Teoría del Marco Relacional (RFT), por lo que se encuadra en nueva teoría del lenguaje y la cognición.
La ACT emplea algunos principios que permiten que los pacientes desarrollen la flexibilidad mental necesaria para mejorar su bienestar emocional:
- Aceptación. Significa reconocer y aprobar nuestra experiencia emocional, nuestros pensamientos o nuestros sentimientos. Tiene que ver con tratarnos con cariño y compasión a pesar de no ser perfectos. No debemos luchar contra nuestros eventos privados ni huir de ellos.
- Defusión cognitiva. Se trata de observar nuestros pensamientos y cogniciones como lo que son, trozos de lenguaje, palabras, imágenes, etc. Simplemente, observar y dejar ir sin juzgarlos. De este modo se adopta una visión distanciada y más racional de las cosas.
- Experiencia presente. El presente es el único momento que podemos vivir. El estar en el aquí y el ahora con una mentalidad abierta y la conciencia plena, participando totalmente con la atención debida a lo que está ocurriendo en nosotros y nuestro alrededor es la clave de nuestro bienestar.
- El “Yo observador”. Significa desprenderse del yo conceptualizado, es decir, del apego hacia nuestras propias narraciones. Desde la perspectiva del yo como observador vemos las cosas desde un punto de vista no enjuiciador.
- Claridad de valores. La ACT exige un trabajo de autoconocimiento que permite clarificar nuestros valores desde lo más profundo del alma. ¿Qué es lo verdaderamente valioso para nosotros? ¿Dónde queremos estar o ir en realidad? Estas son algunas de las preguntas a las que hay que responder. Eso sí, siempre con honestidad.
- Acción comprometida. La dirección que seguimos siempre debe estar determinada por nuestras propios valores y no por las imposiciones sociales. Hay que involucrarse en acciones significativas para nosotros mismos. De este modo somos mucho más propensos a comprometernos con nuestros proyectos y hacer que progresen al ritmo que queremos.
Una de las misiones más importantes de esta terapia reside en el desarme del pensamiento (cognitive defusion que profundiza la distancia con los propios pensamientos; que ya Beck planteaba como necesaria para poder realizar la terapia cognitiva y que consiste en considerar los pensamientos como hipótesis y no como verdades absolutas.
XV. TERAPIA RACIONAL EMOTIVA CONDUCTUAL DE ALBERT ELLIS
Albert Ellis (1913-2007), fue el creador de la Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC) y uno de los pioneros de la Terapia Cognitivo Conductual.
La TREC considera al ser humano como un organismo complejo y biopsicosocial con una fuerte tendencia a establecer metas y propósitos y tratar de conseguirlos.
Las dos metas básicas son a) permanecer vivo, y b) obtener el mayor bienestar posible y evitar el malestar innecesario. De estas metas básicas se derivan todo el resto de submetas que las personas se van proponiendo a lo largo de la vida y que, además de proporcionarles felicidad, les permiten da cierto sentido a su vida.
Cuando los individuos intentan conseguir sus metas, en los distintos ambientes que conforman su entorno, se van encontrando con acontecimientos activadores. Ellis (1984) propone el modelo ABC: Los acontecimientos activadores (A) por sí mismos no provocan consecuencias emocionales, conductuales o cognitivas (C); éstas dependerán de cómo se perciba o interprete (B) dicho acontecimiento activador.
La Terapia Racional Emotiva Conductual no ha elaborado ninguna teoría específica para explicar cuál es el mecanismo mediante el que se adquieren los problemas psicológicos.
EL proceso de intervención que se lleva a cabo en la TREC puede dividirse en cinco fases o etapas: 1) evaluación psicopatológica, 2) evaluación Racional-Emotiva, 3) insight Racional-Emotivo, 4) aprendizaje de una base de conocimiento racional y 5) aprendizaje de una nueva filosofía de vida.
La TREC utiliza una amplia gama de técnicas de intervención cognitivas, conductuales y emotivas procedentes de orientaciones teóricas diferentes. Desde el punto de vista teórico la TREC es considerada por Ellis y sus colaboradores (Ellis y Dryden, 1997; Dryden, 2009; Dryden, David y Ellis, 2010) como una psicoterapia de corte Cognitivo Conductual, sin embargo, predomina el eclecticismo técnico en cuanto a las estrategias de intervención utilizadas.
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